
Mis padres no son profesionistas, por lo tanto cuando era muy joven, no tenía bien definido lo que quería estudiar, pero siempre tuve una admiración especial por mis maestros. Estaba en la preparatoria cuando las computadoras hicieron su incursión en nuestra sociedad, me llamó mucho la atención, y decidí estudiar Informática. Cuando entré al Instituto Tecnológico de Tuxtepec, donde estudié la Lic. En Informática, siempre tuve una relación de respeto y admiración con mis catedráticos. Uno de ellos, me recomendó para que estando en séptimo semestre de la carrera diera clases en una escuela de computación que en esa época tenían mucho auge. Acudí a dicha escuela en donde por cierto había otros compañeros más de mi propio grupo y de la carrera en general, que trabajaban también ahí, después de una entrevista me aceptaron, e inicié con mis clases y aunque estuve estudiando mucho sólo estuve dos semanas ahí.
Cuando terminé mi carrera, inmediatamente entré a dar clases en el Conalep de Cosamaloapan, Veracruz, de donde soy originaria. Un año más tarde me cambié al Conalep de Tuxtepec, Oaxaca, en donde nos dieron desde el inicio cursos relacionados con la labor docente, que me ayudaron mucho, y ahora creo que no hago mi trabajo tan mal, pero tengo todavía mucho que aprender. Sé que es una gran responsabilidad y un gran compromiso como ya lo habíamos comentado antes en los foros. También creo que nuestro trabajo es un poco ingrato, porque como docentes, damos tiempo, y esfuerzo de más por nuestro trabajo y nuestros alumnos, y no se nos reconoce o al menos en mi escuela no, creo que la motivación también es importante.
Siempre mi trabajo ha sido un reto y lo sigue siendo diariamente. Me da mucho gusto escuchar comentarios buenos sobre mi persona y sobre mi trabajo, de mis alumnos.
En general esa es mi confrontación con la docencia.
Cuando terminé mi carrera, inmediatamente entré a dar clases en el Conalep de Cosamaloapan, Veracruz, de donde soy originaria. Un año más tarde me cambié al Conalep de Tuxtepec, Oaxaca, en donde nos dieron desde el inicio cursos relacionados con la labor docente, que me ayudaron mucho, y ahora creo que no hago mi trabajo tan mal, pero tengo todavía mucho que aprender. Sé que es una gran responsabilidad y un gran compromiso como ya lo habíamos comentado antes en los foros. También creo que nuestro trabajo es un poco ingrato, porque como docentes, damos tiempo, y esfuerzo de más por nuestro trabajo y nuestros alumnos, y no se nos reconoce o al menos en mi escuela no, creo que la motivación también es importante.
Siempre mi trabajo ha sido un reto y lo sigue siendo diariamente. Me da mucho gusto escuchar comentarios buenos sobre mi persona y sobre mi trabajo, de mis alumnos.
En general esa es mi confrontación con la docencia.
Hola Monserrat
ResponderEliminarConsidero que eres una buena maestra y lo interesante es que no te diste por vencida y lograste tu objetivo, comparto que muchas veces se nos bajan las pilas y nosotros también necesitamos que nos motiven.
La motivación que podemos encontrar es ver a nuestros alumnos con sus metas cumplidas.
FELICIDADES.